Primera noche del nueva año
que fuera aquella noche la última…
Y yo acá.
Y desnudo
¿Es mucho si te pido que caminemos juntos?
No sé… cien metros.
Cuatro pasos. Una baldosa.
¡Es lo mismo!
Tal vez yo pueda tomar tu mano
o mirarte el pelo y los ojos.
Tal vez ahí cante un grillo,
o salga brincando un pudú de entre los arbustos,
o volvamos de una fiesta y hagamos el amor.
Tal vez un poco de agua de lluvia
nos haga caminar más aprisa
y el momento sea aun más fugaz.
…
Tal vez no quieras.
Y entonces yo vuelva a colocar la llave
del lado de adentro
para que no se pueda abrir de afuera.