Holagzaneria (tomado de «El libro de los Elogios»)

Tiembla, todo tiembla:
tiemblan lo decrépito y lo parco,
lo anárquico, lo apto, la tiniebla
tiembla.
Tiembla la magia, y la avidez tiembla.
El espesor, lo empírico y lo escéptico
tiemblan. Todo tiembla.

Tiembla todo,
tiembla lo imaginario, y el tiempo,
las dudas, el espacio, la cautela

tiemblan.
Tiemblan lo endeble, las sobras, la cuestión.
Tiembla la rebelión, lo necio tiembla.
La cosmovisión, lo hipodérmico, el género.
Todo tiembla

Tiembla todo excepto aquél:
el que salió volando de improvisto
tras el temblor de la golondrina muerta.

Entretanto,
el silencio duerme sobre la insensatez
junto a lo lúgubre,
y el sueño yace en el recinto
Mientras el trabajo es crucificado…
Ahora sí, todo es calma.

~ por Franco en 31 de enero de 2008.

Una respuesta to “Holagzaneria (tomado de «El libro de los Elogios»)”

  1. […] este blog forman parte de ese mismo conjunto de cosas: Lujuria y mis ganas de tener sexo eterno y Holgazanería y mis prejuicios acerca del mercado laboral capitalista. De “ira” convendría decir, además, […]

Deja un comentario